¿Cómo es el proceso de adaptación en una escuela Waldorf?

El proceso de adaptación en la escuela Waldorf se hace de una forma respetuosa para que los pequeños conozcan poco a poco el espacio. Así, se va creando un vínculo con la maestra que se convertirá en su figura de referencia y apego en el ámbito escolar, cuando la madre o el padre ya no estén presentes.

¿Cómo se consigue que la adaptación sea un éxito? Para lograrlo, los primeros días el niño sólo estará un ratito en el jardín. Es un entorno conocido para él, porque en realidad se trata de un parque con otros niños con los que podrá relacionarse, mientras la madre o el padre se sienta en un lugar visible.

La maestra le ofrece a la figura de apego una tarea para hacer, por ejemplo, ovillar lana, plantar unas flores… y le dice al niño que si necesita algo (agua, ir al baño, algún juguete), se lo puede pedir a ella. De esta forma, se va creando un vínculo de una forma natural con la maestra. El primer día, el niño se irá con una bolsa de tela en la que se puede ver un dibujo, como una mariposa, que identificará como suyo. Al día siguiente traerá sus cosas en esa bolsa. 

La importancia de la observación en la adaptación del niño

Durante el proceso de adaptación se observa cómo el pequeño se va sintiendo. De este modo, si la maestra le ve preparado para dar un paso más, le propondrá participar en alguna actividad, como entrar al aula a escuchar el cuento o a almorzar con el resto de sus compañeros. En unos días, la persona de apego que le acompaña se irá un ratito y poco a poco el niño se integrará en el espacio sin lloros y respetando siempre sus ritmos. 

El periodo de adaptación no solamente sirve para los pequeños; las familias conocen mejor a la maestra, cómo se trabaja en la escuela y el modo en el que se respeta a la infancia. De esta forma, la confianza que depositará en el aula y en la maestra la transmitirá a su hijo y le ayudará en el proceso de adaptación.